Lic. Aldair Ramírez: el movimiento como medicina contra el dolor 

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Fisioterapeuta y docente, el Lic. Aldair Ramírez defiende una idea clara: el movimiento no solo rehabilita, también alivia. Desde su experiencia en el deporte y la educación terapéutica, hoy impulsa un curso que enseña a tratar el dolor crónico con ciencia, práctica y cambio de hábitos. 

No siempre se empieza una profesión por convicción. Hace algunos años, Aldair Ramírez quería estudiar medicina, pero los costos lo alejaron de esa opción. No obstante, un folleto en las manos de sus padres le mostró otra ruta: terapia física y rehabilitación. “Al inicio era poco conocida la carrera. No había tanta publicidad como ahora. Pero, con el tiempo, me fue gustando y terminé identificándome con ella”, recuerda. 

El camino lo llevó luego a especializarse en fisioterapia deportiva y rehabilitación en la actividad física, una maestría que lo ancló definitivamente al mundo del movimiento. “Me atraía todo lo que tuviera que ver con ejercicio, recuperación y ciencia aplicada al deporte. La fisioterapia me dio esa posibilidad”, explica. 

El movimiento como analgésico 

A lo largo de su experiencia, Ramírez comprobó que no basta con masajes, medicamentos o reposo. “El movimiento es analgésico para el cuerpo”, sostiene. Caminar, cargar peso, ejercitarse con intensidad moderada o alta: todo puede convertirse en terapia si se prescribe con criterio. 

“Hay universidades que empiezan a incorporar clases en sus mallas curriculares de cursos sobre ejercicios, pero que no son suficientes y, sobre todo, se necesitan más profesionales con experiencia en ejercicio que ayuden a formar alumnos de pregrado”, señala. 

Investigaciones y práctica clínica 

Desde sus años de estudiante, Ramírez se ha acercado al dolor como problema clínico. Su tesis de pregrado en la UPC se centró en el dolor de rodilla y la funcionalidad. Más tarde, en la Universidad Europea de Madrid, investigó la eficacia de la punción seca combinada con inducción miofascial. Y ya en la maestría exploró el protocolo Eleven Plus, diseñado para la prevención y calentamiento en deportistas de futsal. 

Aunque reconoce que no ha publicado aún en revistas internacionales, su trabajo combina la evidencia científica con la experiencia clínica. “Lo que dicen los papers a veces no se ajusta al paciente real. Cada persona es distinta y ahí entra el criterio del fisioterapeuta”, explica. 

Un curso para cambiar hábitos 

Hoy, Aldair Ramírez es docente del Curso de Manejo Integral del Dolor Crónico, Ejercicio Fisioterapéutico y Educación Terapéutica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. El programa combina tres pilares: actualización científica, aplicación clínica y educación al paciente. 

“El dolor no se trata solo con fármacos. Se aborda guiando a las personas en el movimiento, ayudándolas a perder el miedo al dolor y a modificar costumbres. Y esas costumbres no cambian en un mes, pueden tardar un año o más”, señala. 

El curso enseña a identificar cuándo el reposo perjudica más que ayuda, a diseñar programas progresivos de ejercicio y a acompañar a los pacientes en el proceso de educación terapéutica. 

A quiénes está dirigido 

El curso está pensado para un público amplio: médicos, fisioterapeutas, enfermeros, nutricionistas, odontólogos, psicólogos, profesores de educación física y estudiantes en etapa de internado. “Si somos profesionales de la salud, estamos obligados a recomendar movimiento. No basta con recetar un analgésico: también hay que decirle al paciente que se mueva”, enfatiza el Lic. Ramírez. 

La propuesta, además, responde a una necesidad de salud pública. Enfermedades como la diabetes o la hipertensión pueden abordarse mejor con programas de ejercicio bien diseñados, y el dolor crónico —una de las principales causas de discapacidad en el mundo— exige estrategias integrales. 

Del deporte a la vida cotidiana 

El mensaje de Ramírez es claro: el ejercicio no es exclusivo de atletas. Es una herramienta al alcance de todos para mejorar la calidad de vida. “El movimiento, cuando se aplica bien, puede ser tan potente como un medicamento. Esa es la idea que queremos transmitir en este curso”, resume. 

Con esta convicción, impulsa una formación que busca cambiar no solo la práctica profesional, sino también la cultura del cuidado de la salud en el Perú. 

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