Dra. Patricia Sheen: ciencia aplicada para enfrentar la resistencia y los diagnósticos
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Bióloga y doctora en Control de Enfermedades por Johns Hopkins University, la Dra. Patricia Sheen coordina la Maestría en Microbiología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Con más de sesenta publicaciones, proyectos premiados y un laboratorio de referencia, impulsa un programa que forma especialistas capaces de investigar y actuar frente a enfermedades infecciosas.
Desde niña supo que lo suyo era investigar. “Elegí Biología porque quería hacer investigación”, recuerda la Dra. Patricia Sheen. La curiosidad la llevó primero a una maestría en Bioquímica y Biología Molecular en Cayetano Heredia y después a un doctorado en Control de Enfermedades Infecciosas en Johns Hopkins University. Ese recorrido le dio la perspectiva que hoy traslada a sus estudiantes: que la ciencia debe ser rigurosa, pero también útil.
Su carrera está marcada por proyectos que combinan innovación y aplicación. Ha trabajado en el diagnóstico accesible y rápido de la tuberculosis, en el estudio de la resistencia a antibióticos como la isoniacida y en la producción de proteínas recombinantes para el diagnóstico de toxoplasma. “Con los chicos en el laboratorio producimos proteínas recombinantes, entendemos cómo funcionan las enzimas, y eso nos permite avanzar en el diagnóstico”, cuenta.
En 2016 recibió el Premio Nacional L’ORÉAL-UNESCO-CONCYTEC-ANC “Por las Mujeres en la Ciencia”, un reconocimiento a su liderazgo en proyectos que han sido aprobados por CONCYTEC y que buscan mejorar los métodos de diagnóstico de enfermedades infecciosas.
Una maestría de especialización
Hoy, la Dra. Sheen coordina la Maestría en Microbiología, un programa diseñado para que los estudiantes se especialicen en enfermedades infecciosas desde un enfoque integral. “Es una maestría de especialización, donde los alumnos se focalizan en un área, netamente en salud y enfermedades infecciosas”, explica.
El plan de estudios combina teoría y práctica. Incluye cursos de genética bacteriana, diagnóstico molecular y resistencia antimicrobiana, junto con una formación intensiva en laboratorio. “La diferencia con otras maestrías es que aquí la práctica es muy importante. Tenemos cursos de técnicas básicas y avanzadas que permiten a los alumnos aplicar lo que aprenden en clases”, precisa.
Investigación desde el inicio
Uno de los pilares del programa es la investigación. Los estudiantes desarrollan proyectos desde el primer semestre hasta el final. “Aprenden a diseñar y desarrollar una investigación, a liderar equipos y dirigir todas las etapas del proceso”, comenta.
La formación culmina con una tesis o un trabajo de investigación equivalente, que puede orientarse a problemas locales o a temas globales de microbiología. El objetivo es que los egresados no solo manejen técnicas, sino que sean capaces de generar nuevo conocimiento y aplicarlo en contextos clínicos o de salud pública.
Un campo abierto a múltiples profesiones
El programa está dirigido a profesionales de distintas áreas de la salud y las ciencias. Médicos, biólogos, microbiólogos, odontólogos, veterinarios y otros especialistas encuentran en esta maestría un espacio de actualización y profundización. “Hemos tenido alumnos de diversas carreras, desde veterinaria hasta odontología. Todos los que están en ciencias de la salud pueden especializarse aquí”, señala.
Los egresados de la maestría desarrollan competencias técnicas y de liderazgo. Adquieren conocimientos actualizados en microbiología, experiencia en diagnóstico y análisis molecular, y habilidades para coordinar investigaciones interdisciplinarias. “Salen con la capacidad de diseñar, dirigir y ejecutar proyectos de investigación. También con herramientas para liderar equipos en laboratorio y en campo”, resalta la coordinadora.
Ciencia con propósito
Para la Dra. Patricia Sheen, la microbiología no se reduce al microscopio: es una disciplina que impacta en la vida de millones. “Ahora más que nunca necesitamos conocimientos actualizados en microbiología. Con ellos se puede enseñar, investigar y también transformar la práctica clínica y la salud pública”, afirma.
Esa es la esencia de la maestría que lidera: formar investigadores y profesionales capaces de entender los mecanismos invisibles de los microbios y convertir ese conocimiento en diagnósticos, políticas y soluciones.