Mag. Milagros Castillo: educar desde los primeros pasos, formar para toda la vida
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Docente, investigadora y especialista en primera infancia, la Mag. Milagros Castillo Fuerman ha trabajado con niños, familias, comunidades y el Estado. Hoy lidera un programa que forma a quienes enseñan en los años más determinantes de la vida. Porque en la educación inicial no se empieza: se funda.
No fue en un aula, ni en una biblioteca. Fue en la parroquia de su barrio, en Barranco, organizando juegos para niños y adolescentes, que la Mag. Milagros Castillo descubrió su vocación. “Me di cuenta que conectaba muy bien con los más pequeños. Pero también con los adultos. Me gustaba acompañar, guiar, formar”, recuerda.
Desde entonces, su trayectoria ha sido una mezcla potente de experiencias comunitarias, trabajo de campo, investigación y formación docente. Estudió Educación Inicial. Se convirtió en maestra. Luego en coordinadora de programas. Y, más tarde, en formadora de formadores. Su espacio: la primera infancia. Su propósito: transformar vidas desde la raíz.
Educación y política pública
La Mag. Castillo no se ha limitado al aula. Ha trabajado en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, ha participado en proyectos en UNICEF, ha colaborado con ONG’s y centros de investigación. Su experiencia le permite ver lo que pocos ven: cómo una buena política pública puede cambiar la vida de miles de niños y niñas. O cómo las carencias en la capacitación de un profesional puede reproducir desigualdades.
“Participé en la sistematización del programa de formación en desarrollo infantil temprano en contextos rurales, andinos y amazónicos”, recuerda. De esa experiencia, coordinada entre UNICEF y los ministerios de Salud y Educación, surgieron las bases de la política nacional de primera infancia que hoy rige en el país. No es una anécdota. Es un ejemplo de cómo el conocimiento puede volverse política. Y cómo la educación puede —y debe— incidir.
Docencia que se multiplica
Hoy, desde la coordinación del Diplomado de Posgrado en Docencia en Educación Inicial en Posgrado Cayetano, la Mag. Castillo impulsa una formación que parte de la evidencia, pero aterriza en la práctica. “Queremos fortalecer las competencias de los docentes en enfoques actuales: pensamiento lógico, habilidades comunicativas, expresión artística, pensamiento científico y sobre todo, integración curricular”, explica.
El enfoque del programa es claro: el aprendizaje en la infancia no puede estar fragmentado. La experiencia debe ser vivencial, contextualizada, integral. Por eso, se incorpora el enfoque STEAM —ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas— adaptado a la realidad del nivel inicial. “Muchos docentes conocen estas metodologías, pero no saben cómo aplicarlas con niños pequeños. El diplomado les da herramientas para hacerlo”, señala.
Niños diversos, docentes preparados
La diversidad también está en el centro. Uno de sus estudios más recientes validó un instrumento para medir la predisposición hacia la educación inclusiva. “No se puede hablar de calidad sin hablar de inclusión. Y no se puede incluir si no se forma a los docentes para hacerlo”, afirma.
En sus investigaciones, ha mapeado rutas de atención para niños con discapacidad, ha evaluado programas de salud y educación temprana, ha analizado el impacto de la asistencia técnica. “Todo eso alimenta el programa. Porque no formamos con teorías fragmentadas o aisladas, sino con base en lo que realmente pasa en el país”, asegura.
Un programa que dialoga con las demandas actuales del país
Aunque el diplomado está centrado en docentes de educación inicial, su alcance va más allá. Psicólogos, educadores físicos o psicomotricistas, profesores de inglés, talleristas de música, de teatro infantil, gestores de ONG’s o de proyectos de primera infancia, profesionales del Midis o del MINEDU. Todos aquellos que trabajan —o quieren trabajar— con la primera infancia pueden beneficiarse.
“La idea es que tengan un vínculo real con la educación inicial. No basta con saber sobre la atención de niños y niñas. Hay que entender sus procesos, sus derechos, su contexto y las características de su desarrollo. Y también tener herramientas concretas para acompañarlos en promover el máximo desarrollo de sus potencialidades”, dice.
Formar para transformar
La Mag. Castillo cree en una docencia que no repite, sino que provoca. Que no transmite, sino que construye. Que no empieza en el aula, sino en la comunidad. Y por eso insiste: “Educar en la infancia es una tarea política, social y ética. Quien lo hace bien, deja una huella para toda la vida”.