El cuerpo en el trabajo: el aporte de la medicina ocupacional en la salud pública
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Médico de formación y educador por vocación, el Dr. César Cano Candiotti lleva más de dos décadas dedicado a la salud laboral. Desde la implementación de centros médicos ocupacionales hasta la formación de evaluadores clínicos, su recorrido construye puentes entre la medicina, la calidad y la ética. Hoy, desde Posgrado Cayetano, lidera un diplomado que busca profesionalizar lo que por años se ha tratado con algo de improvisación.
Algunos médicos descubren su vocación en un quirófano. Otros, como el Dr. César Cano, en una rotación. Fue durante su internado, en el 2000, cuando conoció por primera vez el mundo de la salud ocupacional. “Fue en Southern Perú, que tenía un servicio de medicina ocupacional. Ahí conocí doctores que me introdujeron en el tema”, recuerda. Y, aunque en ese entonces no lo sabía, esa experiencia marcaría el inicio de una carrera que lleva más de 20 años en el área.
Después del pregrado en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, participó en proyecto de investigación en Tumbes con el Centro de Salud Global, hizo su Serums, y pronto ingresó a la Unidad Preventiva Ocupacional de Médica , “una de las primeras unidades médicas ocupacionales privadas del país”, como él mismo la define. Luego vinieron otras empresas y entidades. En todas, su rol fue más que clínico: fue el de quien abre caminos.
“Implementé centros, lideré equipos, creamos unidades donde no existían”, resume. Pero no se quedó ahí. Años después, su formación se expandió hacia la medicina ocupacional y medio ambiente, ergonomía laboral , la toxicología y la educación médica. “Los médicos no somos entrenados para formar a otros médicos. Y eso tiene que cambiar”.
Entre la medicina ocupacional y la educación
Con esa convicción, el Dr. Cano empezó a explorar el mundo de la educación médica . Se formó en el Diplomado de Educación médica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y simulación clínica por el Hospital Valdecilla de España. Implementando esas herramientas en la educación médica ocupacional. Hoy, combina su experiencia médica con su labor docente en Posgrado Cayetano, donde coordina el Diplomado de Evaluación Médica Ocupacional, un programa pionero en su tipo.
“No hay otro diplomado en evaluación médica ocupacional igual en Latinoamérica”, afirma con seguridad. “Está enfocado en todo el proceso de la evaluación médica ocupacional: análisis funcional del puesto, fisiología del trabajo , pruebas clínicas , funcionales y biológicas, semiología ocupacional , valoración de la aptitud, epidemiología ocupacional , vigilancia de la salud de los trabajadores gestión de calidad, auditoría médica ocupacional y ética ”. En otras palabras, no es sólo un diplomado: es un programa para adquirir competencias
La evaluación médica ocupacional como deuda pendiente
Para el Dr. Cano, la evaluación médica ocupacional es un terreno descuidado. “Antes del 2011 habían pocos centros médicos en el país, pero estaban estandarizados”, señala. Ahora, con más de 300 centros, se ha perdido el estándar. “Se ha priorizado lo económico y se ha olvidado la calidad”.
Su preocupación se transformó en acción. El diplomado que lidera busca formar profesionales que no solo llenen formularios, sino que comprendan lo que están haciendo. “Muchos médicos evaluadores no saben cómo analizar un puesto de trabajo, cómo valorar la capacidad psicofísica. Y eso es delicado”.
El programa apuesta por el aprendizaje activo con metodologías interactivas de educación médica. “No es teoría vacía. Es competencia real. Queremos formar médicos que entiendan lo que implica declarar a alguien apto o no para un trabajo”.
Formar desde la experiencia
El Dr. Cano sabe de lo que habla. En el 2008 implementó pruebas funcionales y la evaluación de la capacidad funcional en el centro médico ocupacional que dirigía, cuando apenas se entendía el término. Hoy, celebra que ese concepto comience a cobrar sentido entre sus colegas. “Me da gusto que ahora se hable de capacidad funcional y la importancia en la valoración de la aptitud”.
Su mirada va más allá del acto clínico. “La relación médico-trabajador, el análisis funcional del puesto, la valoración psicofísica, todo eso requiere formación específica. Y esa formación no existía”. Por eso, el diplomado no solo entrega herramientas. También propone un marco ético. “Muchos colegas no conocen el límite entre la evaluación y la vulneración de derechos. Y eso hay que enseñarlo”.
El legado del formador
Lo más valioso, dice, no está en el currículo. Está en los exalumnos. “Tengo colegas que empezaron con nosotros y hoy son especialistas en medicina ocupacional. Muchos encontraron su vocación en este programa”. Para él, esa es la mejor validación.
Y, aunque el enfoque actual es médico, ya prepara un programa complementario para otros profesionales. “Estamos diseñando un diplomado similar, adaptado a otros perfiles. Porque la salud ocupacional no es solo del médico. Es interdisciplinaria”.
El cuerpo y el trabajo
La medicina ocupacional no es solo saber si el/la trabajador/a está sano/a. Es entender las exigencias y demandas funcionales del puesto de trabajo . Qué riesgos enfrenta. Qué límites no debe cruzar. “Formar en esta rama significa también formar para proteger”, dice el doctor.
Después de más de dos décadas, el Dr. César Cano no deja de investigar. Ha trabajado temas como salud mental, impacto del COVID, calidad de evaluaciones médicas ocupacionales , bartonelosis, diagnóstico participativo y más recientemente, el impacto del cambio climático y salud laboral. Pero, si algo lo define, es la convicción de que educar también es una forma de prevenir.